Este es aquel Moisés que estuvo en la congregación en el desierto con el ángel que le hablaba en el monte Sinaí, y con nuestros padres, y que recibió palabras de vida que darnos; al cual nuestros padres no quisieron obedecer, sino que le desecharon, y en sus corazones se volvieron a Egipto… Hechos 7: 38, 39.
Como ustedes saben, Egipto en la Biblia representa el mundo y el martes pasado cuando leímos este versículo en el estudio bíblico noté esta frase como nunca antes: «y en sus corazones se volvieron a Egipto».
Allí en el desierto estaba un montón de gente que viajaba a la tierra prometida. Cierto, su vida era difícil en ese momento, pero todo mundo sabía que iban a la tierra que fluía leche y miel. Dios había provisto todo lo que necesitaban – y aun más – de una manera maravillosa. Dios estaba cumpliendo su promesa hecha años antes y les había rescatado de una vida terrible. Con todo eso, cuando iban en camino a la tierra prometida, sus corazones se volvieron a Egipto. Tenían un pasado terrible, un futuro maravilloso y sus corazones se volvieron a Egipto.
Esto me hizo preguntarme yo si mi corazón se había vuelto a Egipto. Yo también fui redimida de una manera maravillosa. Dios provee todo lo que necesito y más. Dios siempre escucha mis oraciones y nunca estoy sola. Tengo un pasado pecaminoso y un futuro asombroso por delante, y mi corazón se vuelve a Egipto.
Por qué? Cómo es posible que las series de televisión que abiertamente aprueban lo que Dios llama pecado me llamen la atención y tomen mi tiempo? Cómo es posible que la forma en que se viste el mundo me llame la atención si Dios ha dicho que no quiere que me vista de una manera ostentosa? (Y los hombres también pueden ser ostentosos. Yo he visto unos peinados que… ) Cómo es posible que yo recuerde con nostalgia mis actividades en ‘Egipto’ cuando sólo me dejaban vacía? Cómo puedo extrañar mis ídolos muertos (algún cantante, el trabajo, algún amor platónico, los videojuegos, algún deporte, etc.) cuando fui llamada a servir al único Dios vivo y verdadero? Cómo es posible ver al mundo desde mi ‘desierto’ y creer que allá me iba mejor, si servía a un amo cruel e implacable, teniendo ahora un amo tan generoso, paciente, bondadoso y misericordioso?
Amigos, no dejemos que nuestros corazones extrañen a Egipto. Por más que nuestra vida hoy parezca desierto, salimos de una esclavitud enjoyada de falsedades para tener vida y tenerla en abundancia. (Juan 10:10)