Archivos mensuales: abril 2011

Volver a Egipto

Este es aquel Moisés que estuvo en la congregación en el desierto con el ángel que le hablaba en el monte Sinaí, y con nuestros padres, y que recibió palabras de vida que darnos; al cual nuestros padres no quisieron obedecer, sino que le desecharon, y en sus corazones se volvieron a Egipto… Hechos 7: 38, 39.

Como ustedes saben, Egipto en la Biblia representa el mundo y el martes pasado cuando leímos este versículo en el estudio bíblico noté esta frase como nunca antes: «y en sus corazones se volvieron a Egipto».

Allí en el desierto estaba un montón de gente que viajaba a la tierra prometida. Cierto, su vida era difícil en ese momento, pero todo mundo sabía que iban a la tierra que fluía leche y miel. Dios había provisto todo lo que necesitaban – y aun más – de una manera maravillosa. Dios estaba cumpliendo su promesa hecha años antes y les había rescatado de una vida terrible. Con todo eso, cuando iban en camino a la tierra prometida, sus corazones se volvieron a Egipto. Tenían un pasado terrible, un futuro maravilloso y sus corazones se volvieron a Egipto.

Esto me hizo preguntarme yo si mi corazón se había vuelto a Egipto. Yo también fui redimida de una manera maravillosa. Dios provee todo lo que necesito y más. Dios siempre escucha mis oraciones y nunca estoy sola. Tengo un pasado pecaminoso y un futuro asombroso por delante, y mi corazón se vuelve a Egipto.

Por qué? Cómo es posible que las series de televisión que abiertamente aprueban lo que Dios llama pecado me llamen la atención y tomen mi tiempo? Cómo es posible que la forma en que se viste el mundo me llame la atención si Dios ha dicho que no quiere que me vista de una manera ostentosa? (Y los hombres también pueden ser ostentosos. Yo he visto unos peinados que… ) Cómo es posible que yo recuerde con nostalgia mis actividades en ‘Egipto’ cuando sólo me dejaban vacía? Cómo puedo extrañar mis ídolos muertos (algún cantante, el trabajo, algún amor platónico, los videojuegos, algún deporte, etc.) cuando  fui llamada a servir al único Dios vivo y verdadero? Cómo es posible ver al mundo desde mi ‘desierto’ y creer que allá me iba mejor, si servía a un amo cruel e implacable, teniendo ahora un amo tan generoso, paciente, bondadoso y misericordioso?

Amigos, no dejemos que nuestros corazones extrañen a Egipto. Por más que nuestra vida hoy parezca desierto, salimos de una esclavitud enjoyada de falsedades para tener vida y tenerla en abundancia.  (Juan 10:10)


Conferencia de Galvantepec

Espero verlos en la conferencia mañana!

En los brazos del Señor Jesús

Qué felicidad, con Jesús estar

en los brazos del Señor Jesús!

No se temerá del furioso mar,

en los brazos del Señor Jesús.

Descansando en los brazos del Señor Jesús.

Descansando en los brazos del Señor Jesús.

A Dios gracias doy que seguro estoy

en los brazós del Señor Jesús.

Redimido soy, y al al gloria voy

en los brazós del Señor Jesús.

Descansando en los brazos del Señor Jesús.

Descansando en los brazos del Señor Jesús.

Oh, qué libertad, qué tranquilidad,

en los brazos del Señor Jesús!

Mi alma alegre está por su gran bondad,

en los brazos del Señor Jesús.

Descansando en los brazos del Señor Jesús.

Descansando en los brazos del Señor Jesús.

Fotografía: http://lovestthoume.com/PoetryPages/EverlastingArms.html

Te alabaré

Este poema lo inspiró Job. 🙂

Si vivo muchos días

si muero yo mañana,

si vivo muy enfermo,

Dios, te alabaré.

 

Si tengo muchos hijos,

si no me caso nunca,

si mi familia muere,

Dios, te alabaré.

 

Si me das en abundancia,

si un día me hace falta,

si vivo siempre pobre,

Dios, te alabaré.

La paz de Dios

http://www.youtube.com/watch?v=Quj8lA4W9is&feature=related

 

Cual la mar hermosa es la paz de Dios,

Fuerte y gloriosa, es eterna paz;

grande y perfecta, permio de la curz,

fruto del Calvario, obra de Jesús.

 

Descansando en Cristo

siempre paz tendré.

En Jehová confiando,

nada temeré.

 

Oh, Señor amado, Tú nos das quietud;

de Ti recibimos celestial salud.

Haznos conocerte, te amaremos más;

sé Tú nuestro dueño, Príncipe de paz.

 

Descansando en Cristo,

tengo siempre paz.

En Jehová confiando,

hallo gran solaz.